Valorización de empresas
Cuando se piensa en vender una empresa, fusionarla, hacer una escisión o simplemente determinar su valor en una fecha dada, dar a conocer a los directivos la posición de la empresa frente al sector económico que se comparte, se utilizan diferentes métodos y herramientas que en muchos casos no son los apropiados para el fin que se pretende.
La valorización de empresas, como cualquier herramienta financiera, es uno de los factores que intervienen en la decisión de comprar, vender o negociar algún activo entre dos partes interesadas.
Conceptualmente, se entiende como un proceso mediante el cual se asignan valor a eventos o hechos económicos, de acuerdo con reglas, con unos propósitos particulares para dar a conocer al inversionista la recuperación de su capital en el presente, considerando unas variables que permitan determinar su valor en el tiempo.
¿Por qué valorizar una empresa?
Existen diversos motivos por el cual hay interés de que los empresarios quieran valorizar su empresa, en el siguiente listado se mostrará los principales puntos de interés de un empresario:
Los enfoques utilizados son de 3 tipos:
¿Cuáles son los métodos más usados para valorar empresas?
Existen un conjunto de métodos cuya finalidad es justificar el valor que se está dispuesto a negociar sobre el activo.
Una de las ventajas de este método es que son fáciles de estimar y aplicar, además se pueden justificar con documentos contables y se realiza una valorización estática de la empresa. Por otro lado, las desventajas vienen a ser, que no consideran el futuro esperado, no toman en cuenta el valor del dinero en el tiempo, tampoco los flujos que se generan a futuro, entre otros.
Son un conjunto de combinación de valores contables (o de costo de reposición) acompañado de la plusvalía, lo cual se calcula de diferentes formas. Se usa de forma indistinta, tasa de interés con y sin riesgo, también se mezcla lo estático con lo dinámico, y finalmente, se busca justificar el valor del precio que se quiere hacer prevalecer en una negociación.
La base conceptual de estos métodos es que el valor contable de los fondos propios y revalorizados, no guardan relación con el valor real (de mercado) de los mismos; es decir, el valor contable no expresa el valor que tienen los fondos propios para los accionistas, que realmente es lo que el mercado esta dispuesto a pagar por ellos de acuerdo a las utilidades o beneficios y/o por los dividendos.
El principal supuesto de los métodos basados en los dividendos es que los beneficios y dividendos son constantes e ilimitados en el tiempo.
Se fundamenta en la observación que se hace de una empresa, a través de la aplicación de diversos indicadores, especialmente del mercado de valores de empresas con características similares para obtener un valor asociado a ella.
Consiste en tomar como base la cotización bursátil de las acciones de una empresa en un determinado momento, o su promedio durante un período dado, y calcular el valor de la empresa tomando el número de acciones en circulación multiplicado por el precio de la acción. Tiene aceptación si el mercado presenta alta bursatilidad y volatilidad.
La técnica que se emplea en este método es proyectar el estado de resultados de la empresa, para conocer sus utilidades netas en los próximos 5 años. Esto exige la estimación de los ingresos, costos y gastos respondiendo a una tendencia del futuro económico, social, político del país, al comportamiento del mercado que se comparte y la demanda prevista. Se considera el crecimiento de la compañía, los indicadores económicos, la aplicación de políticas internas en materia de capital de trabajo, estructura de financiamiento y las capitalizaciones si son necesarias.
Método más utilizado, y se entiende que “la empresa vale lo que es capaz de generar a través de un horizonte definido de tiempo, más el valor del horizonte de tiempo no calculado” [1].
Este método busca predecir en el presente una corriente de flujos monetarios de entrada y de salida durante la vida probable de la empresa o un proyecto, que posteriormente se descuentan a la tasa de costo de capital de la empresa, reflejando así el valor del dinero en el tiempo y el grado de riesgo de los flujos.
Los flujos de caja generadas por las empresas serán obtenidos de sus actividades operativas, considerando las inversiones físicas, intangibles y capital de trabajo.
Es la herramienta que nos muestra el flujo de efectivo disponible para los accionistas generado por una empresa como negocio en sí durante un período. Es el más cercano al flujo de tesorería o de caja. Proviene del EBIT menos el impuesto asociado a las ganancias deducido el servicio de la deuda, los activos fijos de apoyo a la operación y las necesidades de capital de trabajo, considerando la amortización y depreciaciones.
Se le llama flujo de caja libre (FCL) porque se encuentra libre de los efectos de la financiación incluyendo el ahorro en impuestos por la cancelación de intereses.
[1] https://www.aiu.edu/applications/DocumentLibraryManager/upload/valoracion%20de%20empresas.pdf
¿Qué pasos deben seguir en el flujo de caja descontado?
Conclusiones
Los métodos descritos presentan sus ventajas y desventajas. Hoy se utiliza con mayor interés los basados en el descuento de los flujos futuros y los múltiplos de compañías comparables por estar relacionados con la generación de fondos en el futuro de las empresas.
Fuentes:
Para la realización del artículo se ha tomado en cuenta las siguientes fuentes relacionadas a la valorización de empresas: